La televisión en profundidad con un experto: "Una buena información no es adversaria de las grandes audiencias".

En un momento como el que estamos viviendo, en el que la televisión está cambiando a pasos agigantados, siempre viene bien detenerse y reflexionar sobre el futuro del medio. Parece que fue ayer cuando veíamos la caja tonta en blanco y negro, y ahora vemos un futuro difuso, tanto de los profesionales que trabajan en el medio como de sus nuevas aplicaciones.

Para ello, contamos hoy con la ayuda de Miguel Vázquez, un profesor de la Universidad Carlos III de Madrid que además a desempeñado importantes cargos en diferentes televisiones, como TV3 (catalán), Antena 3 o en el grupo Mediapro.

- Locura Colectiva: ¿Qué diferencias hay al tratar la información en televisión con los demás medios?

- Miguel Vázquez: La televisión aporta una forma de comunicación mediática que alcanza el más alto nivel conocido de aproximación a la realidad a que puede aspirarse: representa esta realidad con imágenes y sonidos, y en tiempo real, es decir, como si el espectador estuviera allí, en el lugar en que se da la información que se desea conocer. Las diferencias en tanto que medio con los demás derivan de esta diferencia, insoslayable, en relación con la radio o la información escrita. Naturalmente, hablamos de medios, no de cómo la información se elabora, qué calidad tiene. Si tuviéramos en cuenta este criterio editorial, cualitativo, puede ser cierto que cualquier medio puede ejercer mejor su trabajo informativo que el resto si, en el tratamiento de un asunto, aquél fuera más veraz que los demás.

En términos cuantitativos e incluso cualitativos, la televisión concentra más especialidades y mayores magnitudes de convocatoria de recursos diversos que ningún otro.

- LC: La reciente aparición de la televisión digital ha producido una gran división de las audiencias. ¿Qué tipo de cambios se han tenido que tomar en el medio ante esta realidad?

- MV: En primer lugar, la que impone la diversificación y segmentación de las audiencias, que no es otra que la capacidad de retenerlas en diversos nichos de su interés. La estrategia de los grupos media que disponían del cómodo predominio de la era analógica ha orientado su esfuerzo en la creación de diversas marcas televisivas cuya suma alcance los niveles de share y ratings de audiencia necesarios para sostener su plan de negocio.

La digitalización interactiva ha generado la expansión de estrategias de negocio asociados a esta vía de consumo, mediante diversas maneras de explotación comercial de la antena: SMS,

concursos. Por último, la digitalización terrestre ha abierto la vía mucho más económica del acceso a contenidos de pago.

- LC: La producción audiovisual es un campo del que se sabe muy poco, el “detrás de las cámaras” es un mundo desconocido. ¿Cuáles son las principales responsabilidades de las que un profesional en este ámbito se ocupa?

- MV: Todas ellas tienen un alto grado de exigencia y competitividad: el medio audiovisual es una industria que consume y gasta recursos y contenidos de forma voraz en una parrilla de programación, y esos contenidos son extraordinariamente perecederos además de muy costosos, y están sometidos al dictado de la moda, los hábitos culturales, menos mensurables y predecibles, como son los cambios en la tendencia de su consumo.

- LC. Ejerce como profesor universitario. ¿Ve a sus alumnos preparados para el mundo periodístico actual? ¿Es importante una enseñanza especializa para trabajar en televisión? ¿Es un campo menos masificado que el periodístico?

- MV: Cada vez mejor preparados, sin duda. La circunstancia adversa es la que se ha relatado en los anteriores puntos. La Sociedad de la Información multimedia ha supuesto una expansión de los media extraordinaria pero, a la vez, ha contraído buena parte de los recursos que se dedican a las innumerables ventanas de la explotación de contenidos. Unos caen lentamente –periódicos de papel, televisión generalista- y otros desarrollan grandes posibilidades de futuro –telefonía, televisión móvil interactiva, internet- y en esa crisis los alumnos ven su futuro incierto. La enseñanza especializada es importante. Antes, lo es la enseñanza en profundidad, que permita la maduración intelectual de los alumnos. En televisión, ambos valores son muy necesarios: profundidad y especialización del conocimiento, que es teórico y práctico.

- LC: Existe una frontera difusa en el mundo de la televisión en cuanto a la división entre información y entretenimiento. ¿Debería primar más la rigurosidad, o siempre hay que tener en cuenta las audiencias televisivas?

- MV: El rigor en la información, la suficiencia y fiabilidad de las fuentes son principios generales que rigen el código deontológico del periodismo. Pero la televisión debe ejercitar además normas propias derivadas de la peculiaridad del medio: de su naturaleza audiovisual; de la extraordinaria concurrencia de competidores; de la magnitud de su proyección empresarial; de la universalidad de su lenguaje y de los modos del consumo que impone, como también de la presión de las grandes audiencias que, a su vez, contribuyen a crearlos. Géneros y formatos televisivos de entretenimiento y espectáculo transitan a veces imperceptiblemente por el territorio de la información y viceversa, creando zonas también ambiguas o directamente agresivas para con la norma informativa. Sin embargo, la producción de una noticia no debe estar regida por el objetivo de crear un espectáculo, sin demérito del arte narrativo que sea necesario para alcanzar la amenidad, la proximidad, el interés y la espectacularidad de la imagen real, y buscar la seducción misma del espectador. En este campo, la noticia debiera ser la protagonista: los hechos y sus testimonios, no tanto la opinión del periodista que la cuenta. Es un principio básico que debe regir la voluntad informadora del periodista, puesto que ya posee la capacidad de seleccionar un asunto y a sus protagonistas, elegir un enfoque, determinar su tratamiento visual, escribir un texto y dotar, en suma, de intención a su argumento.

En el tratamiento estricto de la información y de la noticia, el periodista no debería aleccionar ni establecer modo alguno de complicidad implícita ni mucho menos explícita con el espectador (dirigiéndose expresamente a él, o dando por asumidos puntos de vista comunes) ni exterioriza sentimientos hacia los protagonistas.

Una buena información no es adversaria de las grandes audiencias. Es sólo cuestión de tiempo y de oportunidad. La sociedad contemporánea vive más que nunca de la información, y cuando la necesita intensamente, encuentra con seguridad a quien se la suministra de forma fiable y

rigurosa, además de amena y próxima.

- LC: Como miembro fundador de la Academia de las Artes de la Televisión, ¿cuál

es el cometido de esta organización y cómo trabaja?

- MV: La Academia de las Artes de la Televisión nació en un momento en que la expansión de la

televisión privada generalista vivía su época de oro, con su extraordinario desarrollo y su estado de cuasi oligopolio analógico, reclutando ingentes cantidades de ingresos publicitarios. Era una carencia, desde el punto de vista del medio televisivo, que no existiera una academia de la televisión en España. Una academia vela por el desarrollo del conocimiento que le es propio, la promoción de sus valores y la defensa de sus profesionales o creadores de ese

conocimiento. Esa es por tanto la función que caracteriza a la de la televisión. No obstante, es a su vez reflejo del estado de ese medio, y del estado de sus convicciones y principios

- LC: La televisión como medio informativo es un medio que ha perdido mucha presencia a causa del avance de Internet. Actualmente, por su inmediatez, las noticias se dan antes en los blogs y las redes sociales. ¿Es este un fenómeno que seguirá creciendo? ¿Cree que la televisión como medio informativo podría llegar a un plano secundario?

- MV: Para responder, debemos precisar: cae drásticamente la televisión vista en la era analógica, el aparato que la soportaba y que era y es todavía una “caja tonta”, es decir, mera portadora de una señal televisiva contemplada pasivamente. Pero la televisión renace espectacularmente con la interactividad y la digitalización, y se expande por internet y se establece en torno a una gran pantalla plana interactiva (también con acceso a internet), HD, 3D, y a una televisión de esas mismas características tecnológicas pero de formato portable o móvil… Ambos sectores pueden contemplar una larga etapa de colaboración ineludible, sabiendo que las formas narrativas y los modelos de la producción y consumo que imponen los nuevos medios on line son inexorablemente punteros, y que aportan valores funcionales que no permiten la vuelta atrás.

- LC: ¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes de la televisión en relación a otros medios para ofrecer contenidos informativos?

- MV: Ventajas, si retomamos el planteamiento de la respuesta a la primera pregunta, tiene todas. Pero tiene también numerosos riesgos. Es un medio muy expuesto: la imagen tiene tanta fuerza, condiciona tanto a la propia información que produce que es objeto de esfuerzos sin límite para su manipulación, no sólo editorial sino incluso digital, es decir, la manipulación de su propia sustancia electrónica.

Por otra parte, es un medio muy intervenido: un mismo contenido informativo conoce la intervención o aportación numerosos profesionales de especialidades diversas (periodista, cámara, redactor, editor) y procesos de elaboración en los que, ciertamente, la eficacia de un trabajo de equipo es tan requerida como difícil de alcanzar.